Alrededor de cinco mil personas, incluidos cientos de jóvenes militantes de organizaciones sociales y representantes políticos de toda América latina, participaron ayer en Mar del Plata de la jornada denominada “De la derrota del ALCA a la Unasur, por la unidad de la Patria Grande Latinoamericana”. Con debates y homenajes conmemoraron el sexto aniversario de la negativa de los presidentes que participaron de la IV Cumbre de las Américas en 2005 a integrarse al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que impulsaba Estados Unidos.
La jornada arrancó a primera hora en el estadio del club Once Unidos, repleto de banderas, con música de los grupos venezolanos El Frente de Cantores Revolucionarios Lloviendo Cantos y El Colectivo de la Cantera y Cantores. Los integrantes del panel sobre “Crisis capitalista global y alternativas” coincidieron en criticar las soluciones propuestas para salir de la crisis que atraviesan los países europeos y en reivindicar el rumbo iniciado en la cumbre de 2005. “La Unasur es un producto que surgió el 5 de noviembre de 2005, es un acontecimiento histórico que no podemos dejar pasar”, destacó William Fariñas, diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela. “Hoy vivimos un cambio en la situación económica y política en Latinoamérica”, consideró Nicolás Arceo, del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA). “En 2005 estábamos iniciando un proceso de desendeudamiento y hoy la Argentina está en una situación totalmente distinta, con una economía mucho más sólida e independiente”, destacó el economista. Por la mañana hubo también paneles que debatieron sobre Movimientos sociales, Tierra, recursos naturales y modelo extractivo, y Derecho de ciudadanía y democracia.Participaron 100 compañeros de Brown. Se aprobó la realización anual de este foro. |
En el panel sobre Educación, coordinado por Stella Maldonado, de CTERA, el chileno Guillermo Scherping elogió los sistemas populares de los gobiernos establecidos en los últimos años en los países latinoamericanos. El dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile lamentó que en su país no haya “ningún gobierno que estuviera con Kirchner o con Cristina” y que siga existiendo un código laboral heredado de la dictadura de Augusto Pinochet. La profesora Fátima Da Silva, referente del IEAL carioca, sostuvo que “los latinoamericanos sabemos lo que estamos viviendo y estamos demostrando que otro mundo es posible” y consideró que “los trabajadores, desde nuestra autonomía, debemos poner al Estado a nuestro servicio”. “Un país rico es un país sin miseria y un país sin miseria es un país con educación laica y pública”, definió. Carlos De Feo, secretario general de la Federación de Docentes Universitarios (CONADU), aseguró que “hoy la escuela dejó de ser el ‘lugar para comer’ para convertirse en el espacio educativo que nunca debió dejar de ser”. “Los universitarios debemos dar pelea para poner a la universidad del lado de los procesos populares y nacionales”, reclamó, y consideró que “la pelea cultural es el eje de la lucha de nuestras universidades”. Conberty Rodríguez, de la Internacional de la Educación de Costa Rica, recordó por su parte que “el proceso neoliberal está muy presente en América latina”.
El panel sobre Juventud, en el Aula Magna de la Universidad Nacional de Mar del Plata, comenzó con la entonación de los himnos de la Argentina y de Venezuela. “Lo que se está viviendo en Latinoamérica es grandioso, puesto que se ve que la juventud ya está organizada”, consideró Lelina Moreno, de la Juventud del PSUV. Para Juan Gómez, de la JP Descamisados, “es un privilegio y a la vez una gran responsabilidad ser protagonistas de esta generación que pudo ver en esta ciudad cómo, hace seis años, un puñado de patriotas latinoamericanos enterraban el ALCA”. “Estamos en un punto de no retorno. Por lo que se está debatiendo y luchando aquí es por la vida. Es una guerra de la vida o la muerte”, planteó Rander Peña, director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Poder Popular de la Juventud de Venezuela. “Lo que pasó hace seis años, esa derrota del ALCA, fue una derrota de la muerte y una victoria de la vida”, agregó. En paralelo se realizaron debates sobre Centrales sindicales, Contrahegemonía, Comunicación y Cultura, y sobre Suelo urbano y vivienda.
“El no al ALCA fue un sí a la soberanía latinoamericana”, resumió el diputado nacional Martín Sabbatella. El entonces presidente “Kirchner tuvo un rol central como anfitrión pero sobre todo como el gran impulsor del rechazo al ALCA y de esa afirmación de la integración con los países y los pueblos del sur”, destacó. El embajador de Venezuela en Argentina, Carlos Martínez Mendoza, aseguró que el rechazo al ALCA “significó un momento que marcó un camino muy importante y torció el rumbo de lo que luego pasó en América latina y el Caribe; rumbo que hoy se puede disfrutar con la fortaleza de la UNASUR”. El embajador cubano Jorge Lamadrid destacó que Mar del Plata “marca la historia reciente de Latinoamérica y el Caribe, nos enseña lo que significa la causa latinoamericana”.
Tras el almuerzo hubo homenajes a Fidel Castro, a cargo del dirigente comunista Patricio Echegaray, y a Kirchner, a cargo del diputado Edgardo Depetri. La jornada concluyó con un panel sobre la Integración latinoamericana, con la presencia de embajadores y representantes de Cuba, Uruguay, Nicaragua, Ecuador y Brasil, y sobre La derrota del ALCA y los gobiernos populares emergentes, del que participaron el titular del Banco del Sur, Pedro Páez, el ex canciller Jorge Taiana, el diputado electo Andrés Larroque y el ex ministro de gobierno boliviano Antonio Rada. La mesa fue coordinada por Hugo Yasky, de CTA, quien llamó a la unidad del campo nacional y popular para enfrentar a la derecha.
Extractado de PÁGINA 12, Domingo 6 de noviembre de 2011.