En efecto, ambas agrupaciones habían detectado con anterioridad a la asamblea la existencia de maniobras fraudulentas por parte del sector de la conducción que encabeza José Luis Matassa y que, ostensiblemente, responde a las directivas de Pablo Micheli. Un padrón groseramente engordado con pases de fichas de afiliación provenientes de la provincia de Buenos Aires; la negativa oficial a exhibir -como corresponde- dicho padrón; el posterior ingreso al recinto de la asamblea de una abultada cantidad de supuestos afiliados que pasaban de largo por las mesas de acreditación y, repentinamente, contaban en sus muñecas con brazaletes identificatorios del control; la cerrada negativa a distribuir, con la antelación que corresponde, la Memoria y el Balance, objetos ambos de la consideración de la asamblea estatutaria, configuraron, de modo inequívoco, un escenario de avasallamiento del derecho de los afiliados.
La conducción de Matassa, arbitrariamente, asignó un reducido espacio para las agrupaciones que cuestionan su gestión, impidiendo, de este modo, que muchos afiliados pudieran ingresar al recinto. Asimismo, al tiempo que los sectores adictos a la conducción entraban al estadio como por un tubo, los afiliados opositores debían esperar su turno en un fila interminable que avanzaba sólo cuando se lo permitían los guardias privados que el sindicato había contratado para vigilar la puerta de acceso.
No obstante todos estos esfuerzos burocráticos, los compañeros de la Lista Azul y la Verde de Germán decidieron ingresar pacíficamente para denunciar, dentro de la asamblea, la comisión del fraude. Así fue que el compañero Leo Castro, integrante de la Verde de Germán y Secretario de Acción Social del sindicato, pronunció un vibrante discurso en el que acusó al otro sector de la conducción de cometer fraude en provecho de un interés que nada tenía que ver con la tradición democrática y combativa del gremio y, menos aún, con el interés de la abrumadora mayoría de afiliados que condenaba esta clase de maniobras.
Al cabo de la intervención de Leo Castro, más de mil afiliados se retiraron ordenadamente de la asamblea. Una vez sobre la avenida Avellaneda, realizaron un acto en el que el compañero Flavio Vergara leyó el documento conjunto. Intervinieron también el secretario adjunto de ATE Capital y el secretario gremial, compañeros Humberto Rodríguez y Luciano Fernández y le cupo a Juan Manuel Sueiro hablar en nombre del Frente de Trabajadores Estatales -Lista Azul de ATE y CTA de los Trabajadores.
Tras los discursos, las compañeras y compañeros se encolumnaron para dirigirse hasta el local de una cooperativa de recolectores urbanos y allí, en medio de un clima de confraternización y alegría colectivas, almorzaron choripanes y brindaron por la recuperación de ATE para los trabajadores.
MARCELO "NONO" FRONDIZI - Sec. Adjunto CTA Nacional