H.Y.: Creo que es una resolución que estaba cantada. No asombra a 
nadie. Ni siquiera al propio Micheli. Se sabía que habiendo un fallo de 
la Justicia en la Cámara Laboral -que estableció que debía volver a 
votarse porque se comprobó el fraude- y habiendo un recurso que el 
sector de Micheli presentó para trabar esa decisión de la Justicia, 
planteando una apelación a la Corte Suprema, estaba claro que en cuanto 
se destrabara esa apelación había que proceder a normalizar la CTA 
cumpliendo con lo que había dicho la Justicia.
Y aquí se da una paradoja. El sector de Micheli va a la Corte 
Suprema, desiste de la apelación, pero al mismo tiempo convoca a una 
elección en la que se eyecta, ya no solamente de la CTA, sino de la 
legalidad. Es decir que la convocatoria que hace Micheli es un 
simulacro, una puesta en escena, en la que ni ellos mismos creen; porque
 los lugares de votación son intersecciones de calles, por ejemplo. En 
los distritos de la provincia de Buenos Aires, tres mesas por distrito. 
En Santa Fe, una mesa en Rosario para supuestamente todo el padrón 
electoral de los docentes.O sea, es una elección que apunta simplemente a
 generar una puesta en escena, un simulacro electoral, con un resultado 
que está puesto, porque está acordado con la otra lista que participa y 
para poner a este sector en el papel de víctima. Porque es como si no 
supieran que la ley no puede convalidar semejante mamarracho legal. Como
 si no supieran que van en contra de todas las disposiciones de la 
Justicia. Ahora se asombran y hacen una conferencia de prensa con un 
gran demócrata sindical, como el enviado por Hugo Moyano, diciendo: 
“Vamos a defender la legalidad”. La verdad es que esto es una 
teatralización que no tiene ningún otro sentido más que victimizarse.
Entonces, quienes son victimarios, porque son los autores del fraude,
 quienes le han impedido por la prepotencia de la fuerza y de una junta 
electoral amañada ejercer su derecho a elegir a los afiliados, se 
presentan como víctimas. Tratan de ponerse la piel de cordero, clamar al
 cielo porque no los dejan ejercer la democracia, y acusan de 
intervencionismo a quienes les dicen: “No señores, hay que cumplir las 
leyes y si hay una elección, hay que hacerla de tal forma que sea 
transparente y que tenga legitimidad.”
 R.C.: Lo curioso, Hugo, es que la abrumadora mayoría de 
sindicatos y organizaciones pertenecientes a la Central, se encuentran 
en esta perspectiva, mientras que el otro sector, es claramente 
minoritario. ¿Cuál es la opinión de la mayoría de las organizaciones de 
la CTA? 
H.Y.: La vamos a terminar de conocer en estos días, porque en el 
transcurso de estas dos semanas, transcurridas desde el que sector de 
Micheli desistió en la Corte Suprema de la apelación, la mayoría de las 
organizaciones entiende que ahora no hay ningún impedimento legal para 
convocar a elecciones desde la CTA, y esto efectivamente es así.
Lo único que nos impedía a nosotros normalizar la situación de la CTA
 era que estaba pendiente de resolución, la apelación que el mismo 
Micheli había presentado en la Corte Suprema. Al ser retirada por el 
propio Micheli esa apelación, hoy está en vigencia el fallo de la Sala 
IV y hay que reunirse en la mesa de la CTA, para evaluar si vamos a 
convocar a la elección en las mesas que estaban en la zona del fraude, o
 si habida cuenta de que han transcurrido más de cuatro años convocamos a
 una elección general. Lo que está fuera de discusión, es que ahora hay 
que convocar a elecciones. Y tiene que ser una elección ejemplar. Tiene 
que ser una elección que cumpla con todos los requisitos legales. Porque
 la única manera de recuperar la credibilidad, la única manera de 
subsanar el daño que hizo la imposición del fraude, es haciendo una 
elección que sea no solamente transparente, clara y participativa, sino 
que además sea una elección ejemplar.
Yo creo que no nos podemos resignar a que la democracia sindical sea 
una consigna vacía ni una puesta en escena. No nos podemos resignar a 
que si alguien convoca a una asamblea ordinaria, como la que convocó ATE
 hace poco tiempo,antes de que empiece a entrar la gente, ya haya 
adentro del recinto 800 o 1000 personas que entraron por la puerta de 
atrás para garantizar el fraude.
Esa parodia de la democracia, nosotros la tenemos que erradicar desde
 la CTA. Porque la CTA nació, no solamente como una crítica a la entrega
 que hacían los dirigentes sindicales de la CGT, que se arrojaron en 
brazos del menemismo, entre ellos Luis Barrionuevo y Gerónimo Venegas, 
hoy compañeros de ruta de Pablo Micheli, y esto no es una casualidad. 
Que esto pueda pasar hoy no es casual. La CTA nació cuestionando esa 
entrega que se hizo del movimiento sindical al menemismo, y también 
cuestionando las metodologías antidemocráticas que caracterizaron 
lamentablemente a una gran parte del movimiento sindical. Eso era moneda
 corriente: todo tipo de elecciones amañadas, todo tipo de imposición de
 fraude y toda la cantidad de variables que nosotros le conocimos a la 
burocracia sindical, tratando de subsistir sobre la base de obturar la 
expresión interna de los trabajadores en la vida de los sindicatos.
Eso es lo que la CTA tiene que recuperar. Hay que trazar una línea 
que sea absolutamente clara, una línea divisoria entre lo que nosotros 
queremos como parte de la historia de esta Central, y lo que no nos 
podemos permitir, precisamente por esa historia. Y el fraude en la 
historia de la Central, no existe. O sí existió alguna vez, como ha sido
 en esta anomalía tiene que quedar como tal, como una anomalía. Como un 
período que, cuando lo recordemos, sea el período en el que de manera 
anormal -y por única vez- la democracia sindical no tuvo vigencia en la 
CTA.
Por eso ahora estamos más obligados que nunca a convocar a todas las 
organizaciones de la CTA, a todos los afiliados, para esta elección. 
Porque además los afiliados de la CTA no tienen dueño. No es que hay un 
paquete de afiliados de la CTA que pertenece a Micheli. No es el botín 
de guerra de Micheli. El sector de Micheli dejó de aportar 
económicamente a esta Central. Pero eso fue malversación de fondos. 
Porque también vamos a ocuparnos de esos temas. La cuota de afiliación, 
cuando un afiliado de ATE la paga, como cuando la paga un afiliado de 
CTERA, un aeronáutico, un trabajador del calzado, o cualquiera que está 
en la CTA, hay una parte de ese dinero que es del afiliado que va para 
sostener el sindicato, y hay una parte de ese dinero que va para 
sostener la Central. Pero es dinero del afiliado. Micheli no es el dueño
 de los fondos que recauda ATE. Ni lo es ningún otro dirigente de ATE, 
como no lo son los dirigentes de Ctera dueños de los recursos de los 
trabajadores. Y esto también hay que defenderlo. Hay que terminar con la
 historia, con la creencia, con la naturalización, de que los recursos 
de las organizaciones sindicales están al servicio de cualquier 
aberración que decidan sus dirigentes. Eso no es así. Los recursos son 
de los afiliados porque si nosotros aceptamos que los recursos de ATE 
pertenecen a Pablo Micheli, evidentemente estamos aceptando la lógica 
que le da razón de ser a las prácticas de la burocracia. Por eso es que 
también queremos discutir de qué manera todos los afiliados de ATE, 
todos los afiliados de las organizaciones que han quedado cautivas de la
 lógica del fraude, del lado de Micheli, forman parte de este proceso 
electoral.
Ayer, martes, se suscitaron una serie de inconvenientes cuando 
delegados, militantes de base, recorrían reparticiones públicas 
nacionales, distribuyendo la copia de la disposición del Ministerio de 
Trabajo para informarles a los compañeros, y fueron prácticamente 
patoteados.
 R.C.: Mañana que se cumple un nuevo aniversario del 
Cordobazo, está prevista esta convocatoria trucha. ¿Cuál es tu mensaje 
para las compañeras y compañeros de todo el país, frente a estos dos 
hechos? 
H.Y.: Primero, nosotros no nos podemos permitir los mismos métodos 
que le criticamos a la patota sindical: el agravio, la agresión. Del 
mismo modo que no nos podemos permitir tener dirigentes sindicales que 
andan rodeado de culatas, de guardaespaldas. El triste papel que hace 
Pablo Micheli. llenando de culatas el local donde él funciona y 
cualquier lugar sindical donde se desplazan algunos dirigentes. Eso 
nunca lo vimos en la historia de la CTA. Y no hay que permitirlo. Y no 
hay que permitir que ningún dirigente sea capaz de enviar a grupos de 
afiliados a amedrentar, a golpear, a impedir que se expresen libremente 
los que piensan de una forma o de otra.
Respecto a haber elegido la fecha del Cordobazo, creo que la mejor 
respuesta a eso se la dio la hija de Agustín Tosco el día que Micheli 
mancilló el apellido de Tosco y el de Walsh, en una conferencia de 
prensa, sentado codo a codo con Barrionuevo, con el Momo Venegas, con 
Moyano y con otros personajes de triste historia en el sindicalismo. 
Creo que la mejor respuesta fue esa desautorización a quien pretende 
estar bien con dios y con el diablo. Guiños y susurros por lo bajo con 
la Sociedad Rural, con Magnetto, con los poderosos; por otro lado, 
abrazos con Barrionuevo, con el Momo Venegas, con el propio Moyano, y 
guiños hacia los sectores de la izquierda pretendiendo que pueden hacer 
todo eso porque serían puros. Sería así “Nosotros podemos hacer fraude 
porque somos ideológicamente puros. Nos corresponde en todo caso, si es 
necesario, hacer fraude.” Para nosotros no. Nosotros no creemos que el 
fin justifique los medios, aun si el fin fuera bueno. No creo que sea 
demasiado bueno el fin de los que se proponen confrontar con un Gobierno
 que ha llevado adelante políticas populares y democráticas. Creo 
simplemente que nos tenemos que plantear la necesidad de fortalecer el 
movimiento sindical en la Argentina. El movimiento sindical no puede ser
 furgón de cola de la derecha.
Cuando en aquella oportunidad, festejaron como una especie de 
victoria popular la adhesión a un paro que después, cuando se pasaba la 
uña sobre el barniz, no era tal, porque en realidad lo que hubo, fue la 
imposibilidad de muchos trabajadores de llegar a su lugar de trabajo. 
Pero cuando se festejaba la adhesión a ese paro, esos festejos que se 
hacían en la conferencia de prensa, coincidían con el festejo en sordina
 de grupos muy poderosos de este país, que quieren que volvamos a las 
relaciones carnales con los Estados Unidos de Norteamérica; que quieren 
que volvamos a tener en la Embajada de Estados Unidos de Norteamérica, 
una especie de oficina rectora del funcionamiento de la política en la 
Argentina. Quieren que volvamos a ser abrochados a las políticas del 
ajuste; que volvamos a tener un país en el que los empresarios sean de 
la Sociedad Rural, o sean de los grupos bancarios, con una llamadita de 
teléfono regimenten y disciplinen las políticas del gobierno.
Y creo que cuando uno asocia esto, cuando ve que tanta energía, tanta
 convocatoria, tanta diatriba, tanto ataque verbal, va dirigido contra 
un gobierno que está en la mira de los grupos poderosos de este país, 
está claro entonces que estamos hablando de un movimiento sindical que 
aplica la metodología del fraude porque perdió el rumbo de las políticas
 populares.
Y eso es así. No podría suceder que un sector del movimiento sindical
 que viene de las luchas de la resistencia, aplicara el fraude una y 
otra vez como lo están aplicando estos sectores, si en el medio no 
hubiese habido algo que es lo que explica ese desvarío, ese extravío, y 
es haber perdido la brújula política y haberse puesto en la vereda de 
enfrente del movimiento popular, que es decir ponerse enfrente de los 
trabajadores. Creo que esto es lo que explica esta recurrencia, esta 
compulsión por el fraude en sectores que en otra época se decían 
combativos. Porque efectivamente, lo fueron en otra época, no ahora, 
cuando se sientan junto a Barrionuevo, a Gerónimo Venegas y pretenden 
levantar las mismas banderas de entonces, las banderas combativas, al 
lado de semejantes personajes.
Extractado de RADIO CENTRAL