viernes, 27 de febrero de 2015

INFORME DEL SECRETARIO GENERAL HUGO YASKY Y RESOLUCIONES DEL PLENARIO NACIONAL

Vamos a empezar a plantear en esta etapa a la Central, como una construcción que fundamentalmente tiene que organizarse en lo territorial y convertir, a la clase trabajadora, en un factor de poder que pueda intervenir en el direccionamiento de la lucha que se plantea en este momento en nuestro país entre los dos proyectos en disputa.
Estamos en un año bisagra. Un año bisagra para los que están en la vereda de enfrente y para nosotros por lo que pasa con nuestro enemigo, si podemos definirlo así, nuestro enemigo de clase y por lo que pasa con nosotros mismos. Para ellos es un año bisagra, porque tal cual lo proclama hoy el diario Clarín, después de la marcha, que suponen, fue como un tajo que hirió profundo al kirchnerismo, empieza ahora definitivamente, la cuenta regresiva del tan anhelado y soñado fin de ciclo al que estos grupos dominantes apuestan, con el concurso de fuerzas que expresan al poder financiero internacional, que expresan a los que quieren ordenar el mundo, a partir de la hegemonía de EEUU de Norteamérica y la troika europea. Construir ese final de ciclo que les permita además golpear en el último gobierno que va a tener elecciones en el 2015. Porque todo lo que habían vaticinado para los otros países de América Latina, no se les cumplió. No solamente no pudieron recuperar terreno, sino que perdieron, por lo menos en lo que concierne al resultado electoral.
Por eso Argentina hoy está en la mira, en parte porque es el último país que va a tener un proceso electoral y es su última oportunidad de poder golpear en una de las cuatro naciones claves que tiene el continente. Están México, Brasil, la Argentina y Venezuela. Nuestro país, en ese sentido, es una pieza muy importante en el ajedrez de los que quieren volver a constituirnos en su patio trasero. Por otra parte, la tradición histórica de un país que durante muchas décadas, salvo mientras gobernó el peronismo, estuvo de espaldas al resto de América Latina; con una clase dominante que se definió de raigambre europea para poder recuperar a la Argentina para el esquema de la dominación del imperialismo. Evidentemente no es éste un tema menor. Hoy lo decían bien los compañeros, nosotros enfrentamos la embestida de los fondos buitre y enfrentamos ahora una campaña de desprestigio a nivel internacional inusitado.
Hace poquito estuve en Washington, en esa reunión a las que nos convocaron en el edificio del Banco Mundial, en el corazón del imperio. Cuando entré ahí pensaba en mis compañeros y compañeras de la CTA y que de pronto estábamos ahí discutiendo con los personajes que forman parte de esa especie de casta poderosa, que a nivel internacional, con una coma que mueven definen el destino de mucha gente, casi siempre para mal. Cuando uno ve las noticias que se publican de la Argentina en los diarios del mundo, toma conciencia de que estamos en este momento puestos en el centro de las agresiones, de los que no nos perdonan haber vuelto a reincidir en ese camino del que nos sacaron en el 55 con un golpe de Estado; en ese camino del que nos volvieron a sacar en el 76, con otro golpe de Estado todavía más cruento, porque ahí el escarmiento costó nada más ni nada menos que la vida de 30 mil compañeras y compañeros trabajadores y que ahora, otra vez, nos quieren volver a sacar de este camino, que evidentemente forma parte de este momento tan particular que estamos viviendo las naciones de América Latina.
Ese encuentro que yo les decía, consistía en confrontar posiciones, del movimiento sindical con la de los representantes del Fondo Monetario y el Banco Mundial. Había centrales sindicales de Grecia, Portugal, España, África, predominaban las de los países que están en la zona caliente, en relación con las políticas que se están disputando. En el panel que tuve que intervenir yo, el del Fondo Monetario Internacional, mostrando unos gráficos, llegaba a la conclusión que América Latina era la única parte del mundo donde la pobreza y la desigualdad habían decrecido en la última década. O sea, eso tenían que reconocerlo, porque son números estadísticos, no hay manera de dibujarlos. Ellos tenían que reconocer que había habido un descenso de las desigualdades. El único lugar del mundo donde hubo en estos diez años retroceso de la pobreza y la desigualdad, con cualquier índice que se lo quisiera medir.
Y eso dio lugar a que yo planteara, que la Argentina, que en el año 2001 había sido sometida hasta el borde de la tolerancia de sus sectores sociales a las políticas del FMI, en esa suerte de quirófano en el que nos habían metido, empieza a recuperarse, cuando el gobierno de Néstor Kirchner decide desconectarse de las recetas del Fondo Monetario Internacional, a través de la política de desendeudamiento. Recién después de eso, las desigualdades empiezan a retroceder y eso significó apostar a generar empleo, distribución y a quitarle de las manos al capital financiero algunos instrumentos de los que se habían apropiado en la época del saqueo y puse como ejemplo el tema de la jubilación que volvió al sector público.
Y esto es lo que no nos perdonan. El ataque que sufre el gobierno de la Argentina por parte de los fondos buitre; los ataques que sufrimos antes en el conflicto con la Mesa de Enlace en 2008; el verano que nosotros tuvimos el año anterior, con saqueos, alzamientos policiales, corridas cambiarias, presión devaluacionista, devaluación, mercado paralelo del dólar, dólar ilegal, el invento del blue, todo eso, una cosa atrás de la otra como una especie de carrera de obstáculos, donde cuando se termina de saltar uno aparece otro que es peor. Todo eso, permanentemente repetido, intensificado, tiene que ver con la ofensiva de los que quieren que este proyecto nacional, popular y democrático, sea definitivamente borrado de la faz de la Tierra en este país. Este es el objetivo de los grandes grupos poderosos que pretenden la restauración del viejo orden neoliberal con el final abrupto de esta experiencia popular.
Hoy se agarran de esta situación que generó el Mossad, la CIA, y sus vínculos en los grupos de poder interno, que es el ataque en torno al tema del atentado de la Amia, la causa del fiscal Nisman, y la muerte del fiscal Nisman. Es muy difícil estar fuera del país y poder explicar esto. Hasta los mejores amigos nuestros escuchan, pero no terminan de estar tan convencidos de que lo que les transmitís es objetivo. Es decir, que la comprensión y el entendimiento que encontramos afuera, cuando fuimos con el tema de los fondos buitre, no se replica del mismo modo con el tema de la muerte de este fiscal y la embestida a partir del tema de la Amia. Esto es así.
Ustedes lo deben haber visto, porque quien escuche la CNN en español tiene una idea de cuál es el grado de ataque, de mentira, de difamación, del que en este momentos estamos siendo objeto. Por supuesto hoy leía los comentarios de la prensa internacional, acerca de la marcha y es como que, en su versión, en la Argentina hubo una especie de reverdecimiento de la democracia, de la libertad. “La sociedad pensante” gana la calle y entonces se reinstala la idea del fin de ciclo. Fin de ciclo para ellos, fin de ciclo para nosotros también, porque aquí se dijo hoy, va a ser la primera vez que no haya un Kirchner al frente del gobierno nacional. Y tenemos el gran desafío de pelear la continuidad de este proyecto, sabiendo que quien esté al frente del mismo no va a ser Cristina Kirchner.
No podemos autoengañarnos en el sentido de pensar que, en caso de que haya un cambio negativo, lo que va a venir va a ser algo con lo que vamos a poder convivir. Está claro que lo que viene detrás, es la restauración neoliberal. Después será cuestión de correlaciones de fuerza. Hasta dónde puedan restaurar, hasta dónde nuestro pueblo está en condiciones de dar respuestas; hasta dónde seamos capaces de tomar iniciativa, de resistir, de generar nuevas asociaciones del campo popular. Porque es verdad que hoy tenemos un problema. Hay una parte de lo que tendría que ser el campo popular que, lamentablemente, está del otro lado.
En una encuesta realizada en América Latina, en la cual le preguntaban a la población cuál era la autopercepción acerca de su lugar en la sociedad, si era de clase baja, media o si se consideraba de clase alta, de todos los países de América Latina, el porcentaje más alto de gente que se consideraba a sí misma de clase media, era de Argentina. El 54% de los encuestados se consideraban pertenecientes a la clase media. En Perú, por ejemplo sólo, el 12% de los encuestados, se consideraba de clase media.
De manera que hoy lo escuchaba a Jorge Hoffmann, que me contaba de una nota que le habían hecho a Rosendo Fraga, que describiendo el contenido social de la marcha del 18 de febreo, dijo: “Eran blancos y bien vestidos”. Yo creo que esto a nosotros nos plantea un tema que es interesante y lo voy a hacer autocríticamente, porque soy docente, y como mis compañeros, que están acá, elegimos que nuestro lugar para dar la lucha era el gremio de los docentes. A despecho de muchos que nos decían no pierdan el tiempo.
Hubo debates que hicimos en 1983 en un congreso que se hizo en el Teatro San Martín, cuando se recuperó la democracia, se hizo un gran congreso del PJ, a discutir si había que hacer otro gremio, si había que ir a la UDA porque era el gremio peronista o había que dar la pelea dentro de Ctera. Y ganó la tesis nuestra, que era dar la pelea dentro de Ctera, porque decíamos: el movimiento nacional y popular tiene que ganar a los docentes. Pero hoy yo me planteo lo siguiente. Hoy hay compañeros docentes, que se referencian más con los que convocaron a la marcha de ayer que con lo que dice este militante del gremio docente. En general los compañeros nos respetan, nos votan, nos bancan, porque saben que vamos a pelear en la paritaria. Pero cuando nosotros, como lo hice yo en estos días, defino públicamente que la causa del fiscal Nisman es un verdadero mamarracho, que no existe delito alguno, que ni los juristas de la derecha de este país pueden salir a decir que esa causa se puede sostener; cuando uno dice que la marcha del día de ayer, lamentablemente, es una expresión de un sector social, obnubilado por contradicciones que no le dejan ver que está siendo manejado por quienes quieren volver a secuestrar la política para ponerla al servicio propio, en ese punto muchos quedan del lado del discurso dominante.
Hay una organización, Oxfam, que difundió un informe que habla de la distribución de la riqueza. Dice: cuando la riqueza se apropia de las políticas gubernamentales, secuestrándola, las leyes tienden a favorecer a los ricos. El resultado es la erosión de la democracia, la destrucción de la cohesión social y la desaparición de la igualdad de oportunidades.
En España, en una encuesta, ocho de cada diez personas están de acuerdo con esta afirmación.
Siete de cada diez personas viven en países donde la desigualdad económica aumentó en las últimas tres décadas. En Estados Unidos, el 1% más rico ha acumulado el 95% del total de crecimiento posterior a la crisis. Es decir, desde el inicio de la crisis hasta ahora, todo lo que creció Estados Unidos, el 95% se acumuló en el 1% más rico. Mientras que el 90% más pobre de la población, se ha empobrecido más. Y esto en Estados Unidos, donde la economía creció; en Europa, la economía sigue decreciendo.
Es decir, muchos de los que ayer estuvieron en esa marcha, muchos de los que se identificaron, en realidad están poniendo el cuerpo sin saberlo, para que en este país otra vez los dueños del poder económico, y los medios concentrados de información, de esa economía oligopólica de la que hablaba Basualdo, vuelvan a tener en la Casa Rosada, marionetas que ellos manejen, para generar las condiciones que les permitan la multiplicación de sus ganancias, a costa de la multiplicación de la pobreza. Esta es la verdad.
Porque no hay que ser un gran lógico para sumar dos más dos y saber que es cuatro. Si a alguien perjudicó la muerte del fiscal Nisman, por la causa que haya sido, es a este gobierno. Si alguien saca provecho de la muerte del fiscal Nisman, son todos estos personajes que estaban ayer convocando a la marcha. Son los grupos concentrados de poder. Son los nostálgicos del partido y de la dictadura militar. Son los que fueron parte del golpe cívico militar. Y, lamentablemente, muchos compañeros y compañeras, que están en lo que es el espacio social que nosotros representamos, es seducida y subyugada en este momento por este sector. Esto es así. Nos plantea un dilema y una contradicción enormes. Pero es así. Y no solamente en el gremio de los docentes. Planteé el tema de los docentes porque quería empezar por casa pero podríamos hablar de otros sectores. Yo sé que cuando más nos acercamos al hueso de la clase trabajadora, cuando más oscura se pone la piel, menos incidencia tiene ese tipo de convocatoria. Por eso que para nosotros es como tener en este momento una contradicción que está en carne viva, porque somos representantes de una central de trabajadores, que a diferencia de las otras expresiones del movimiento obrero, en este momento, tomó claro partido.
¿Qué quiero decir? Que en este momento los que estamos poniendo la cara desde una central de trabajadores, para denunciar esto como un intento de desestabilización y de voltear a un gobierno popular y democrático como se lo volteó en Honduras, a partir de una embestida judicial, como en Paraguay a partir de otra embestida judicial, somos nosotros. Es un dato de la realidad. Como lo es también que fue la CTA la que estuvo en Honduras marchando para resistir la destitución de Zelaya y después en Bolivia cuando lo quisieron voltear a Evo. Eso para los que dicen que vemos fantasmas.
Por eso la tarea que se nos plantea no es sencilla. Tenemos que sostener las demandas que tienen que ver con seguir avanzando en las conquistas y a la vez tenemos que sostener la continuidad de este proyecto. No nos podemos desentender de esto. No podemos hacer un sindicalismo naif, ingénuo. No podemos decir: yo me hago cargo de las demandas de mis compañeros con este gobierno y con cualquier otro gobierno. Eso yo lo escuché. Lo escuchamos muchas veces. No es lo mismo frente a un gobierno que viene a restaurar el neoliberalismo. Pero además por una cuestión de los principios que nosotros defendemos. No seríamos nosotros mismos si en este 2015 nos desentendiéramos de la necesidad de garantizar la continuidad de este proyecto. Nosotros no nos podemos anotar, como lo hacen algunos especuladores, que ya compraron la platea desde la que van a mirar el derrumbe que ellos suponen va a suceder, para después escribir los documentos que expliquen dónde estaban las fuerzas populares, por qué se retrocedió, por qué se cayó. Eso nosotros no lo podemos hacer. Sería traicionarnos a nosotros mismos. Eso se lo dejamos a otros intelectuales y a otros oportunistas, que van a ser la izquierda que el grupo Clarín va a permitir. Que van a ser la izquierda del sistema en el que Macri va a gobernar, si es que alguna vez lo logra.
Y creo que esto nos plantea a nosotros el dilema de cómo ser un sujeto social, que sin hacer seguidismo del gobierno, nos permita sumarnos a las fuerzas del campo popular decididas a cerrarle el paso a los que lo quieren voltear. Hay cosas que las tenemos que bancar. La pelea antiimperialista, que está dando este gobierno, hay que bancarla a muerte. Que Cristina Kirchner haya dicho: no nos metan a nosotros en la geopolítica del imperio, con otras palabras, eso nosotros lo tenemos que defender. Y no es hacer seguidismo. Porque si hay un enemigo de la clase trabajadora, si hay un enemigo irreconciliable de la clase trabajadora, además de la oligarquía de cada uno de nuestros países, es justamente el imperialismo. Ahí no hay conciliación posible. Pero esto no quiere decir desentendernos de las demandas cotidianas de los trabajadores. Creo que debemos plantear iniciativas y ponerlas en debate. Porque yo creo que la mayoría de nuestros compañeros no nos piden que ganemos todas las iniciativas que nos proponemos. Sí nos piden que no dejemos de plantear las cosas que son correctas. Por eso las cosas que son correctas hay que plantearlas y pelearlas.
Porque este proyecto que empezó siendo nacional, que es democrático, y que es cada vez más popular, va a ser más popular si hay un sujeto social que represente y ponga en el debate los temas que tienen que ver con los intereses de la clase trabajadora. Uno de los problemas que tenemos en este momento, creo, en los gobiernos populares y democráticos de toda América Latina, es ese esquema en el que las transformaciones surgen desde el Estado. Está bien, fue necesario, fue una etapa necesaria. Es cierto que fue desde el Estado, a partir de Néstor Kirchner, que se abrió un camino distinto. Pero también fue desde la resistencia que se generaron las condiciones. También fue desde la resistencia que la Asignación Universal por Hijo se hizo realidad. Del mismo modo que peleamos y metimos lo de la recuperación de las jubilaciones para el sector público. Del mismo modo que resistimos y peleamos por la recuperación de Aerolíneas, como línea de bandera. Del mismo modo que salió la Ley de Financiamiento Educativo.
Es necesario retomar esa línea de construcción. Necesitamos que la clase trabajadora y los sectores populares puedan establecer iniciativas para la construcción de alianzas sociales que le den fortaleza al Estado como herramienta de esos sectores populares. Que los avances del gobierno sean también los avances del pueblo. O que los avances del pueblo se conviertan en los avances del gobierno. Es decir que superemos un modelo en que a los trabajadores les cabe un papel pasivo. Yo creo que este es el gran desafío que tenemos. Es cierto que estamos casi entrando en la cuenta regresiva del final de este mandato. Pero es cierto que estamos en el momento más álgido de la pelea.
Fíjense, yo leía hoy la nota que nosotros les mandamos a los compañeros de las centrales sindicales de todo el mundo. En esta nota transcribimos un párrafo sacado de un artículo que escribió el periodista Edgardo Mocca, se publicó la noche previa en que se producía la muerte de Nisman.
Decía: “Este núcleo poderoso de la sociedad argentina había imaginado saqueos, conflictos policiales, corridas bancarias y denuncias espectaculares para el último mes del año pasado. De todo eso quedaron algunas tapas de diarios y algunas operaciones judiciales contra la Presidenta. El país sigue viviendo en paz. Ahora se toma masivamente vacaciones y se prepara para seguir viviendo normalmente. En este clima empieza a definirse el panorama electoral para octubre”.
Esto lo pusimos porque ésta era la realidad de la Argentina hasta horas antes de que apareciera la noticia de la muerte de Nisman. Pero lo cierto es que ahora estamos en una Argentina distinta. Esta es una realidad. El campo popular necesita recuperar para meter otra vez del lado del pueblo a muchos que quedaron del otro lado. Y que han sido capturados. Yo lo veo así. Cuando veo a un maestro, a una maestra, que cree a pie juntillas las hijaputeces que dice el diario Clarín, lo que siento es que perdimos a alguien que tenía que estar con nosotros. Porque a mí no me interesa que un tipo que vive en un country y que habla de “los negros” y se caga en el hambre de la gente, vaya a esa marcha. Lo que nos tiene que preocupar es que arrastren a compañeras y compañeros que tendrían que estar de este lado porque no hay que resignarse a perder ni a uno solo.
Y hay que enfrentar en este momento una embestida que es feroz. Una embestida que está muy bien digitada. Una embestida que está hecha por expertos. Por expertos hasta en plantear los tonos de voz. Operativos que sólo el pueblo movilizado puede derrotar, por más operativos que armen.
Entonces me parece que en ese sentido debemos tener una serie de iniciativas que nos permitan recuperar esa unidad del campo popular que hoy está resquebrajada. Creo que nosotros tenemos que tratar de encontrar, con otras organizaciones de trabajadores, con otras organizaciones sociales, con otras organizaciones territoriales, puntos de encuentro que permitan construir una unidad activa, pero con un piso muy claro, que es defender la continuidad del proyecto nacional, popular y democrático. Que es denunciar el intento de desestabilizar. Que es denunciar a la derecha que quiere recuperar terreno
Entonces creo que a nosotros nos toca jugar un papel muy difícil. Porque no se trata solamente de esa tarea que la sabemos hacer: conducir la lucha por las reivindicaciones de nuestras compañeras y compañeros. No es solamente eso. Y tenemos que avanzar también con las cuestiones concretas. Tenemos que fortalecer los vínculos en la región para que las centrales sindicales de América Latina estén claramente del lado nuestro en esta pelea. Tenemos que impedir que el gobierno sea aislado y que Argentina sea atacada impunemente por los medios de comunicación en el exterior.
Y tenemos que aportar para que desde el campo popular, que es el motor de la historia, podamos retomar la iniciativa. Lo peor que nos puede pasar es que quedemos a la defensiva.
Esta situación se va a revertir, pero dependiendo de la fortaleza del campo popular. No solamente desde el gobierno. Por eso tenemos que generar las condiciones para que haya más movilización; un pueblo defendiendo al gobierno que votó y que lo haga más fuerte frente a este embate. Somos los trabajadores y el pueblo los que podemos garantizar que el proyecto nacional siga más fuerte y más vigente que nunca.
RESOLUCIONES DEL PLENARIO NACIONAL DEL 19 Y 20 DE FEBRERO EN SANTA FE
1. Política salarial:
- Accionar en las paritarias para recuperar los puntos perdidos durante 2014 en la relación salario - inflación.
- Reclamar la modificación del impuesto a las ganancias para la Cuarta Categoría y demandar como paliativo inmediato la elevación del piso.
2. Poner en debate en todo el país la agenda laboral de la CTA y los proyectos de leyes a impulsar como parte de la misma, a saber:
- Modificación de la legislación referida a licencias parentales en base al proyecto que estamos impulsando desde la Secretaría de Género
- Reducción del trabajo tercerizado, contrataciones irregulares y todas las formas de fraude laboral.
- Definición de una propuesta integral de reforma tributaria para que paguen más los que más tienen.
- Debate y definición de una iniciativa legal para constituir comité mixtos de seguridad e higiene y promover una ley de seguridad laboral superadora de la actual.
3. Acciones a impulsar:
- El 1º de marzo movilización al Congreso de la Nación en respaldo a la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner en el marco del acto popular con motivo del inicio de las sesiones parlamentarias.
- El 8 de marzo movilización por el Día Internacional de la Mujer.
- El 18 de marzo acto de Homenaje a la Compañera Stella Maldonado en la Biblioteca Nacional.
- El 20 de marzo participación en la Jornada de Movilización en Villa Constitución recordatoria del “Villazo”.
- El 24 de marzo participación en la marcha por Memoria, Verdad y Justicia.
- 8 de abril movilización al Congreso de la Nación por la modificación del impuesto a las ganancias y el resto de los puntos de la agenda legislativa de la CTA
- 1º de Mayo: acto del Día de los Trabajadores
- Del 18 al 22 de mayo: Semana Conmemorativa de Agustín Tosco al cumplirse 85 años de la fecha de su nacimiento.
- Participación en los actos conmemorativos de los 200 años del Congreso Artiguista.
- 5 de Noviembre movilización y acto al cumplirse los 10 años del NO AL ALCA.
4. Medidas organizativas.
- Durante el mes de abril se realizarán plenarios organizativos Nacionales y Regionales de las distintas Secretarías que componen la Mesa Nacional de la CTA.