Este día, con amplia
difusión mundial, conmemora las luchas de las mujeres por igualdad en el
trato, el acceso al trabajo, la remuneración y condiciones de trabajo
dignas y el reconocimiento como sujetos de derecho. No se trata de un
reconocimiento a las mujeres por ser mujeres. Es la memoria de todas las
luchas que nos preceden para acceder a nuestros derechos.
Derechos
que no se pidieron sino que se conquistaron, que hoy están garantizados
a través de la legislación y de políticas públicas y requieren del
constante trabajo y organización colectivas para su cumplimiento y
aplicación.
La fuerza de trabajo que representamos las mujeres a
nivel mundial está invisibilizada, atravesada por la tracción que genera
la doble jornada laboral y las responsables de las tareas domésticas y
de cuidado, vedando muchas veces la posibilidad de la participación y
militancia sindical, social y política. Es necesario romper con ese
patrón cultural e incluir a los varones desde la legislación laboral y
la práctica diaria.
Las generaciones más jóvenes encuentran
garantizado el voto femenino, el acceso a la educación, la salud sexual,
entre algunos derechos, en un marco amplio de legislación, producto del
debate, el reclamo, la organización y la lucha permanente de las
mujeres que nos antecedieron. Hoy encontramos nuevos desafíos, nuevos
retos en tanto somos mujeres que nos reconocemos trabajadoras y nos
organizamos de manera colectiva y solidaria.
Una educación
respetuosa de la diversidad social, cultural, étnica, etaria y de
condición física, que cuestione y desarme estereotipos, que revierta
prácticas discriminatorias, tanto en el ámbito público como privado, es
uno de los sostenes para dar continuidad a las luchas por la igualdad de
género y oportunidades.
Un poco de historia...
El Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) es una fecha que celebran los grupos femeninos en todo el mundo. Esa fecha se conmemora también en las Naciones Unidas y es fiesta nacional en muchos países. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
El Día Internacional de la Mujer se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. En la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían "libertad, igualdad y fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.
"Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional." (Declaración y Programa de Acción de Viena, parte I, párrafo 18)
Un poco de historia...
El Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) es una fecha que celebran los grupos femeninos en todo el mundo. Esa fecha se conmemora también en las Naciones Unidas y es fiesta nacional en muchos países. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
El Día Internacional de la Mujer se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. En la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían "libertad, igualdad y fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.
"Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional." (Declaración y Programa de Acción de Viena, parte I, párrafo 18)