Durante el encuentro los disertantes expusieron un balance sobre la VII Cumbre de las Américas realizada en Panamá entre el 9 y el 11 de abril.
Allí, Oscar Laborde celebró y destacó como “novedoso” que las “organizaciones populares debatan la Cumbre”. Asimismo recordó que “el no al ALCA fue el acta de nacimiento de la nueva etapa que se vive hoy en América Latina, por eso es importante entender lo que sucedió para estar atentos, ya que el Imperio aprendió mucho en estos 10 años”.
En ese sentido, Martin Granovsky dijo: “En Mar del Plata se impidió la formación del ALCA. Allí Argentina optó por una diversificación en su política exterior”. Además reflexionó: “Cuando se combinan ideales y realismo se pueden lograr muchas cosas”.
Por su parte, Roberto Baradel habló sobre el Foro Sindical y el trabajo que viene realizando, al mismo tiempo que pidió “alcanzar la unidad con todos los trabajadores en cada rincón del planeta”. “Tenemos que construir puentes de unidad para profundizar los avances realizados en América Latina”, puntualizó. Ante la atenta mirada del Embajador, Baradel sostuvo que “Cuba fue el faro que desde América Latina mirábamos cuando, desde los países del ’primer mundo’, decían que se había acabado la historia y que era el fin de las ideologías”. Por último, expresó: “Hay una ofensiva del capitalismo financiero internacional, con diferentes estrategias y en diferentes lugares, que busca abortar los procesos de integración regionales, la conquista de derechos y la disputa por la distribución de la riqueza, por eso los trabajadores tenemos que jugar un papel fundamental construyendo unidad, masa crítica y correlación de fuerzas favorables al conjunto de nuestros pueblos”.
Para finalizar, Oreste Pérez Pérez se refirió a la última Cumbre y dijo que fue un “hito en la historia”, y la comparó con la Cumbre en Quebec (Canadá) cuando el Presidente Chavez levantó su voz, en soledad, para expresar su disidencia, y con la del 2005 en Mar del Plata y el No al ALCA. “Llegamos a la VII Cumbre en igualdad de condiciones que el Imperio gracias a nuestra resistencia”, sostuvo el Embajador. Luego repasó brevemente la historia de su país y dijo: “Sólo el pueblo cubano sabe la magnitud de lo que enfrentó, pero la resistencia no fue en vano y sirvió para generar posibilidades de emancipación de otros pueblos latinoamericanos”. Asimismo, adelantó que “es muy probable que en las próximas semanas se anuncie la apertura de las embajadas en Washington y en La Habana”, sin embargo advirtió que “la normalización de las relaciones entre ambos países es un proceso largo, ya que hay profundas diferencias entre las dos naciones”. Por último explicó: “Cuba no abandonará ni uno solo de sus principios, seguirá siendo solidaria, internacionalista, amante de la paz, respetuosa de la soberanía y de la integridad de los pueblos”.
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