Ayer se dieron a conocer las declaraciones
del titular de la cartera nacional educación, en relación a uno de los
mayores crímenes cometidos contra los pueblos originarios. Al respecto,
debemos expresar nuestro rechazo respecto de las declaraciones del
Ministro de Educación y Deportes, Esteban Bullrich, quien comparó la
política educativa de Cambiemos con la llamada “Campaña del Desierto”.
En la inauguración de un hospital escuela, Bullrich utilizó la expresión más lamentable para referirse al genocidio perpetrado por el Estado argentino en contra de los pueblos de la Patagonia. Basta con recordar las palabras de Osvaldo Bayer, quien afirma: “Un genocidio es un genocidio y no se lo puede tapar con el eufemismo de llamarlo la “Campaña del Desierto”.
La expresión que utilizó Bullrich no sólo oculta el genocidio, sino que al pretender realizar una analogía con aquella operación, revive las tradiciones más vetustas de la historiografía de nuestro país. Es preciso rechazar la versión de la historia que habla del progreso y la civilización, que no habla de las matanzas y la esclavización perpetrada por el proyecto elitista emprendido por Nicolás Avellaneda y Julio A. Roca. Ese relato tampoco habla de la apropiación y reparto de tierras entre las cien familias más importantes de la Capital.
En la inauguración de un hospital escuela, Bullrich utilizó la expresión más lamentable para referirse al genocidio perpetrado por el Estado argentino en contra de los pueblos de la Patagonia. Basta con recordar las palabras de Osvaldo Bayer, quien afirma: “Un genocidio es un genocidio y no se lo puede tapar con el eufemismo de llamarlo la “Campaña del Desierto”.
La expresión que utilizó Bullrich no sólo oculta el genocidio, sino que al pretender realizar una analogía con aquella operación, revive las tradiciones más vetustas de la historiografía de nuestro país. Es preciso rechazar la versión de la historia que habla del progreso y la civilización, que no habla de las matanzas y la esclavización perpetrada por el proyecto elitista emprendido por Nicolás Avellaneda y Julio A. Roca. Ese relato tampoco habla de la apropiación y reparto de tierras entre las cien familias más importantes de la Capital.
Buenos Aires, viernes 16 de septiembre de 2016
JUNTA EJECUTIVA DE CTERA