A veces pareciera que las cosas surgen de forma espontánea, pero la verdad es que nada es así; todo se construye, se gesta, se pare.
En el acto estuvieron presentes todas
las organizaciones de la CTA local, varias regionales de la CTA y el
Suteba, y un amplio abanico de las fuerzas vivas y organizaciones
sociales, políticas y gremiales de la Matanza. Este encuentro de clase,
es la herramienta que permitirá afianzar el camino de la unidad en la
lucha, para derrotar al gobierno Macrista y a sus socios foráneos.
Estuvieron presentes Cecilia Cecchini, dirigente sindical y Concejala de Unidad Ciudadana por Almirante Brown, José “Chapu” Urreli, Sec. Actas CTA Nacional, Pablo Masciángelo, Sec. Contabilidad y Finanzas CTA Bs As, María Reigada, Sec. DDHH CTA Bs As y Alicia Sánchez, Diputada por el FPV-MILES, mandato cumplido, entre otros.
Estuvieron presentes Cecilia Cecchini, dirigente sindical y Concejala de Unidad Ciudadana por Almirante Brown, José “Chapu” Urreli, Sec. Actas CTA Nacional, Pablo Masciángelo, Sec. Contabilidad y Finanzas CTA Bs As, María Reigada, Sec. DDHH CTA Bs As y Alicia Sánchez, Diputada por el FPV-MILES, mandato cumplido, entre otros.
La histórica marcha del 29 de enero del 2002, esa que atravesó
transversalmente a distintas clases sociales uniéndolas en un mismo
reclamo, en una misma voz, fue hija de hechos no menos importantes que
la antecedieron.
Días oscuros eran en noviembre del 2000 para la
clase trabajadora, días donde el hambre y la desocupación dolían en el
cuerpo ajeno y en el propio, y es allí en ruta 3 y la vías de Casanova,
donde el histórico corte conocido como el “Matanzazo”, logró torcerle la
mano a la Ministra de Trabajo Patricia Bullrich, que planteaba más
ajuste y más hambre. Luego vino el gran levantamiento popular del 19 y
20 de diciembre del 2001, que voltearía al nefasto y asesino gobierno de
la Rúa.Estos dos hechos dieron el marco necesario para la epopeya que comenzaría el domingo 28 de enero del 2002 en la Matanza profunda, en donde las desigualdades y la ausencia de Estado no solo se notaban en los pies descalzos de los pibes, sino también en la panza vacía de comida y el pecho lleno de bronca y rebelión por las inequidades producidas por una política económica cipaya y anti pueblo.
A las 10 de la noche, del kilómetro 38 de la ruta 3, partió la columna de cinco mil almas, en donde los guardapolvos blancos se mezclaron acompañando a sus alumnos y a sus familias; era la columna piquetera, eran lo desocupados, los marginados, los parias, los olvidados por una sociedad absolutamente injusta, eran los golpeados por el 30 % de desocupación que decían ¡Basta!, que agitando sus banderas ponían proa hacia la plaza de Mayo para exigir lo que les correspondía por derecho propio.
Diecisiete horas tomó la marcha, diecisiete horas en donde la columna fue recogiendo muestras de apoyo y manifestantes, para llegar a más de veinte mil una vez pisada la plaza; esa plaza que escuchó por primera vez “piquete y cacerola, la lucha es una sola”, en la voz de miles de trabajadores desocupados y de esa clase media que hasta no hace mucho, había sido impermeable a los sufrimientos de los más humildes; esa misma plaza en donde Luis D’Elía (CTA/FTV) y Juan Carlos Alderete (CCC), actores principales de esta gesta, la resumieron en una frase: “Las asambleas de la Capital Federal y los desocupados tenemos un enemigo en común. Los banqueros que les robaron a ustedes sus ahorros son los mismos que nos dejaron a nosotros sin trabajo. Luchamos para que este modelo de acumulación obsceno se termine”.
Algún historiador diría que la historia Argentina es cíclica, porque hoy nos encontramos ante un nuevo gobierno liberal, anti patria y violento, que no hace otra cosa que hambrear al pueblo, despedir trabajadores, endeudar el país, y perseguir y encarcelar opositores; pero si bien eso es cierto, hoy la clase trabajadora tiene un recorrido de lucha y una memoria fresca de lo vivido en la década ganada, lo que crea anticuerpos que le permitirán, más temprano que tarde, luchar en pos de la definitiva independencia.
Cada uno de los oradores bregó por la libertad de los presos políticos de este gobierno, en donde los nombres de Luis D' Elia y Milagro Sala fueron el denominador común; además se dijo basta al saqueo neoliberal, a la represión, al ajuste, a los tarifazos, al hambre, a los despidos, y a la criminalización de la protesta.
VIDEOS:
PALABRAS DE MARÍA REIGADA
https://youtu.be/lew5X7UWuF8
PALABRAS DE JOSÉ CHAPU URRELI
https://youtu.be/L3MjjgM_9rU
PALABRAS DE ALICIA SANCHEZ
https://youtu.be/dVU6EtenrgA
SECRETARIA DE COMUNICACIÓN Y DIFUSION
CTA MATANZA