
La
 iniciativa amplía a 120 días la licencia por maternidad y a 15 días 
para la pareja por nacimiento, y las equipara para los casos de 
adopción. También fija 60 días más para cualquiera de los miembros de la
 pareja. Y establece la licencia por violencia de género.
La CTA 
de los Trabajadores presentará mañana un proyecto de reforma de la Ley 
de Contrato de Trabajo que amplía de 90 a 120 días la licencia por 
maternidad (y en 3 años la fija en 180 días), y de 2 a 15 días para la 
pareja por nacimiento y las equipara para los casos de adopción. El 
paquete de medidas incluye, además, 30 días al año de licencia para 
acompañar a personas enfermas (hijos, padres, pareja), y 20 días más 
para otros motivos como reuniones en la escuela y otras cuestiones 
vinculadas con la crianza. La reforma también prevé una licencia 
especial por violencia de género. Las modificaciones apuntan a fomentar 
las responsabilidades familiares compartidas, para que los cuidados de 
hijos, personas enfermas o adultos mayores en los hogares "dejen de ser 
temas que se resuelven de manera individual –un asunto de las mujeres, 
históricamente– y pasen a ser parte de las políticas públicas, una 
responsabilidad social y, también, una tarea de los varones", detalló 
Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA. La propuesta –adelantó la 
dirigente sindical– cuenta con el respaldo de diputadas y diputados del 
oficialismo y de organizaciones sociales, académicas y políticas que se 
sumarán a una campaña nacional que impulsará la central obrera que 
encabeza Hugo Yasky, para sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad 
de la reforma.
La iniciativa establece los siguientes puntos:
-
 Aumenta a 120 días la licencia por maternidad y 30 días más por 
nacimiento múltiple. Pero aclara que a los 3 años de la vigencia de esta
 ley se agregan 60 días, que pueden ser elegidos por cualquier 
integrante de la pareja (parentalidad).
- 15 días por paternidad, incluyendo a los 3 años 15 días más.
-
 Equipara estas licencias para la adopción, pudiendo decidir qué miembro
 de la pareja toma la licencia o alternándola (ver aparte).
- 20 días de licencia para tratamientos de reproducción asistida y también, pero de menos días, para quien la acompañe.
- Extiende la protección contra el despido cuando nace un hijo para los trabajadores varones.
- Equipara todos los derechos a las parejas del mismo sexo.
-
 Ante cualquiera de estas licencias de cuidado se deberá considerar como
 si el empleado estuviera trabajando a la hora de realizarse aportes 
para la jubilación. Actualmente no se computa en muchos casos el tiempo 
de licencia por maternidad.
Al mismo tiempo, establece que los 
lugares de trabajo con más de 30 empleados –indistintamente de su sexo– 
deberán habilitar centros de cuidado infantil para los hijos e hijas de 
las y los trabajadores. En los casos en que tengan menos empleados, se 
les deberá pagar una suma que les permita contratar ese servicio por 
fuera. También deberán contar con salas para lactancia o alimentación en
 el lugar de trabajo, de modo que no sólo las madres que amamanten 
puedan usarlas, sino también aquellos papás que tengan que dar 
mamaderas.
La reforma también incluye una licencia especial por 
violencia de género, de 30 días, con posibilidad de extenderla por un 
período similar si es necesario. Así se evitará que quienes sufren esta 
problemática no tengan que justificar las ausencias con certificados de 
enfermedades o carpetas psiquiátricas, que terminan a veces 
perjudicándolas porque son utilizadas por el agresor para intentar 
quitarle la tenencia de los hijos, por ejemplo. Este tipo de licencia ya
 se aprobó en las paritarias docentes de las provincias de Chubut y 
Santa Fe y es impulsada desde la Ctera y la CTA en el resto del país.
–¿Por qué es necesaria esta reforma de la Ley de Contrato de Trabajo? –le preguntó este diario a Díaz.–Buscamos
 mejorar la inserción laboral de las mujeres, evitar situaciones de 
discriminación, por ejemplo hacia mujeres que adoptan y no tienen 
licencia por maternidad, y promover cambios culturales, que permitirán 
hacer visible la interrelación entre trabajo y familia. Avanzar en 
políticas integrales de cuidado requiere de un conjunto grande de 
iniciativas; el cambio en la Ley de Contrato de Trabajo es un aspecto 
importante en ese camino. Tenemos que entender que cuando pensamos en 
cuidados no sólo es en función de los hijos, también de otras personas 
dependientes, como adultos mayores. Las empresas y el Estado deben 
hacerse cargo de estas cuestiones porque también son parte de la vida de
 los y las trabajadoras. De todas formas, sabemos que es un piso, una 
reforma de mínima. Por esa razón fijamos cambios a los 3 años de 
sancionada la ley –respondió la secretaria de Género de la CTA.
En
 la actualidad, hay una gran disparidad de normativas. Por ejemplo, 
quienes trabajan en el sector privado gozan de 90 días de licencia por 
maternidad, pero tienen 100 si ocupan un empleo público nacional. En el 
empleo público provincial oscilan entre los 90 y los 210 días, según la 
jurisdicción. Santa Fe acaba de aprobar una ley que la extendió a 180 
días y para los padres la fijó en 8 días corridos. Hoy, la licencia por 
paternidad en el sector privado se reduce a apenas dos días. La ley 
santafesina abarca a empleados de los tres poderes. Una norma similar 
rige en Córdoba. En Tierra del Fuego es de 210 días y, para los padres, 
de 15. Entre las docentes, si se desempeñan en el ámbito porteño, tienen
 165 días (y 10 los padres), pero si trabajan en la provincia de Buenos 
Aires, disponen de 135 días por maternidad y 5 por paternidad.
La
 secretaria de Género de la CTA consideró que la reforma es "importante 
porque reconoce una realidad con la que ya convivimos, que es el cambio 
en la composición de las familias".
–La Ley de Contrato de Trabajo quedó desactualizada...–Claro.
 Hay que adecuarla a leyes como la de Matrimonio Igualitario o Identidad
 de género. Además, hay gran cantidad de parejas que no conviven, lo que
 lleva en muchos casos a los papás a encontrarse con la imposibilidad de
 cuidar a sus hijos/as cuando se enferman, ir a reuniones escolares o 
acompañarlos en actividades significativas para ellos. Por otro lado, 
las modificaciones propuestas están en sintonía con la inclusión que 
hace el nuevo Código Civil de la idea de corresponsabilidad o 
parentalidad. No hay más tenencia y régimen de visitas. Ni padres ni 
madres son visita: ambos son responsable de los cuidados. Porque además 
la LCT nace en un contexto histórico de gran movilidad social y fuerza 
organizada del movimiento sindical (1974), pero también nos da cuenta de
 la discriminación presente para las mujeres frente a su inserción en el
 ámbito laboral. Por más que había gran participación de las mujeres en 
las fábricas y los servicios, la idea del trabajador neutral en términos
 de género –con el hegemónico varón como modelo– forma parte del 
sustrato ideológico que impregnaba la nueva normativa. Las mujeres 
estaban presentes desde una perspectiva que las "protegía", para poner 
el centro en su función reproductora "natural". Se incluyó descansos de 
dos horas al mediodía –algunas observadoras como chiste sostienen que 
era un permiso para hacer el almuerzo en la casa– y la protección contra
 insalubridad y trabajo forzoso. Aspectos que deben ser reivindicaciones
 para trabajadores de cualquier sexo. Luego está el capítulo de la 
"protección de la maternidad", que otorga aspectos de cuidado sólo para 
las mujeres, dejando a los varones sólo 2 días por nacimiento, pensada 
para ir al Registro Civil para inscribir el nuevo hijo/a. Hay que 
recordar que la patria potestad hasta fines de los ’80 estaba era 
paterna. Con todos los avances que hubo estos años en ampliación de 
derechos, claramente éste es un capítulo pendiente.
Díaz señaló 
que diputadas del Frente para la Victoria como Mara Brawer, Araceli 
Ferreyra, Edgardo Depetri, Adela Segarra, María del Carmen Bianchi, 
Diana Conti, Gastón Harispe, Carolina Gailliard, entre otros 
legisladores nacionales, están de acuerdo en acompañar el proyecto. "Por
 el lado del Ejecutivo, hemos presentado lineamientos del tema en 
diversas reuniones en la Comisión para el Trabajo con Igualdad de 
Oportunidades (CTIO) y el ministro de Trabajo. El ministro Carlos 
Tomada, en el último encuentro de la Red Federal de Comisiones por la 
Igualdad en el mundo laboral entre hombres y mujeres, dijo que su 
aspiración era lograr avances en esta materia antes de finalizado el 
mandato de la Presidenta en el 2015, y reconoció a la CTA como una 
impulsora de esta iniciativa", agregó.
Díaz contó que desde la 
CTA convocarán una mesa multisectorial desde donde se impulse la reforma
 a través de una campaña en todo el país por las políticas de cuidado y 
las responsabilidades compartidas. "Hay cátedras de universidades que se
 han comprometido a promover campañas para diseño gráfico y 
comunicacional, como parte de involucrar a la academia y las y los 
estudiantes. Por eso esperamos tener spots radiales, afiches, obleas y 
todo lo que creativamente surja para poner en debate un tema central que
 hace a seguir avanzando en el camino de la igualdad", consideró la 
dirigente gremial.
–¿Por qué el tema todavía no ingresó en la agenda del Parlamento, aunque hay diversos proyectos presentados en la misma línea?–La
 propuesta que estamos presentando no es una iniciativa original ni 
novedosa. Aunque no suene muy marketinero, es justo decirlo. En 
realidad, hubo innumerable cantidad de proyectos que se presentaron en 
el Congreso Nacional. Pero siempre quedaron en despachos de comisión o 
como máximo una media sanción que llevó a cinco días la licencias para 
los padres cuando nace un hijo/a. Una explicación puede ser la 
económica: este tipo de políticas requiere inversión de la seguridad 
social, pero también supone aportes empresarios, que no suelen ser muy 
generosos para alentar estos avances. Un poco también porque se ha 
confiado en la fuerte dinámica que tuvo la negociación colectiva desde 
el 2003 a la fecha. Sin embargo, los estudios que analizaron los avances
 de género y diversidad en estos ámbitos muestran que la presencia ha 
sido muy modesta y más bien las cláusulas de igualdad de género se 
dieron en sectores con mucha presencia de mujeres trabajadoras. Vale 
decir también que en las mesas de negociación colectiva es donde menos 
se cumple con el cupo sindical y suelen ser muy masculinas las voces en 
estos ámbitos de representación. Muchas veces la lucha salarial se lleva
 casi toda la fuerza negociadora, y temáticas tan importantes como éstas
 quedan en cola de espera. El mundo laboral ha cambiado 
significativamente, la globalización impacta en los sistemas de 
producción y la organización del trabajo. Si además incorporamos a la 
mirada del trabajo la intersección entre lo público y lo privado –la 
producción y la reproducción– como parte de los procesos de generación 
de las riquezas, nos encontramos con una enorme posibilidad de repensar y
 rediseñar lo que se concibe como trabajo y, por lo tanto, también las 
agendas reivindicativas sindicales y políticas. Ya que las asimetrías y 
discriminación laboral para las mujeres persiste, pero esto no es un 
problema individual o del colectivo de las mujeres, es un problema para 
las mujeres y por lo tanto también para el acceso al trabajo digno y la 
justicia social.
Fuente: Página/12 
Publicado: 20 de octubre de 2014 por Mariana Carbajal